Representantes del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) visitaron las oficinas y laboratorios de Bioceres, en Argentina, para conocer los trabajos y fortalecer los vínculos. Además, ambas organizaciones presentaron sus programas de mejoramiento, en el que se incluyó a la tecnología HB4.
Es importante recordar que el Inbio tiene una alianza con el grupo Bioceres, propietaria del gen HB4, que otorga a los cultivos la posibilidad de enfrentar condiciones de sequía y estabilizar los rendimientos. Entre los principales beneficios de esta tecnología resaltan el incremento de rendimiento, la reducción de costos de producción y la simplificación del manejo.
A través de esta alianza, el Inbio desarrolla materiales con la tecnología HB4 dentro de su programa de mejoramiento en soja. Es más, desde la institución mencionaron que cuentan con líneas que se destacaron en productividad y comportamiento sanitario en los ensayos realizados durante la campaña 2022-2023 en tres eco regiones de Paraguay, entre las que se incluyó al Chaco paraguayo.
El proceso de mejoramiento está bastante avanzado, aseguran. Por lo tanto, se espera que en algunas zafras más se pueda disponer de variedades con tolerancia a sequía, además de otras características importantes para los productores. Incluso, dentro de las planificaciones del equipo de investigación del instituto estiman que para el 2025 se pueda liberar algunas variedades con estas características. Además, señalaron que contar con alternativas adaptadas al Chaco es la prioridad.
“Seguro agrícola”
Para el Ing. Agr. Alfred Fast, presidente del Inbio, la tecnología HB4 sería fundamental para la producción agrícola del Chaco, ya que se espera que otorgue un rendimiento diferencial muy importante. Es más, hizo una analogía entre esta herramienta y un seguro agrícola. “El gen HB4 posibilita a la planta estar mejor preparada a condiciones de estrés hídrico, permitirá mejorar la productividad, y en años en los que no hay sequía, no le va a restar”, manifestó.
Fast también destacó los resultados preliminares que se observaron en el Chaco. Al respecto, explicó que los materiales compiten de cerca con los principales “caballitos” actuales.
