Esta mañana, la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) presentaron la estimación de superficie de siembra del cultivo de soja de la campaña 2022-2023 en la región Oriental. Además, dieron a conocer los rendimientos y promedios logrados por épocas de cultivo, entre otros datos.
A grandes rasgos, la campaña 2022-2023 deja una producción de 9.459.133 toneladas, un promedio general de 2.565/h en una superficie de 3.687.091 hectáreas.
Es decir, se logró un rendimiento 176,5 % superior en relación a las 3.420.367 toneladas de la zafra 2021-2022. Igualmente, el área de siembra creció 5,6 %, ya que en la anterior campaña fueron sembradas 3.492.309 hectáreas. En tanto, el promedio creció 162 % en relación a los 979 kilos por hectárea que se logró durante la zafra pasada.
No obstante, al comparar con los números de la campaña 2020-2021, se observa variaciones negativas en todos los aspectos. El rendimiento fue 6,33 % inferior a las 10.098.049 toneladas, la superficie bajó 0,39 % en comparación a las 3.701.631 hectáreas, y el promedio general es 5,98 menor a los 2.728 kilos por hectárea que se logró en aquel entonces.
Federico Pekholtz, consultor en análisis geoespacial del Inbio y la UGP, explicó que la metodología para estimar la superficie de siembra, basada en la tele detección mediante el uso de satélites y sensores multi espectrales que capturan la energía de la cobertura foliar de los cultivos, tienen un margen de error del 3 % al 7 %. Es decir, su nivel de efectividad se encuentra entre el 97 % y 93 %. “Este año podemos hablar de una zafra con tendencia a lo normal”, señaló.
Datos llamativos
Con respecto a los datos llamativos, mencionó el caso de San Pedro, departamento que de nuevo fue afectado por la sequía y culminó su segunda zafra con bajos rendimientos. Incluso, en muchas áreas ni siquiera se cosechó.
Otro de los fenómenos observados en esta campaña es el crecimiento de la siembra de soja en campos arroceros. Al respecto, recordó esto se observa desde hace dos o tres años atrás. “Esto se vio hacia el sur y el oeste de Itapuá y Misiones”.
También mencionó el crecimiento de la siembra de soja en Caazapá, en parcelas menores a 20 hectáreas. Es decir, en esta zona muchos pequeños productores se sumaron al cultivo de la oleaginosa. “El pequeño productor se está incorporando al sistema mecanizado”, destacó.