La cotización de la soja cerró este viernes al alza y con un balance semanal positivo en Chicago. En cambio, el maíz y el trigo completaron una semana de operaciones con saldo negativo.
Tras las fuertes bajas de ayer, los precios de la soja cerraron la jornada con un repunte parcial y un saldo levemente positivo. Para la entrega en enero sumó USD 3,22 y alcanzó USD 528,56 por tonelada. Para la entrega en marzo subió USD 3,58 y llegó a USD 531,50 por tonelada.
Desde la empresa consultora Granar, destacaron que los principales factores que permitieron estas mejoras están la mejor producción de canola en Canadá y el atraso de la siembra de soja en Argentina, por la falta de humedad suficiente.
Maíz
En el caso del maíz, por cuarto día consecutivo terminó con bajas y con un balance semanal negativo en Chicago. Para la entrega en diciembre bajó USD 5,90 y quedó en USD 249,99 por tonelada. Para la entrega en marzo cayó USD 5,61 y quedó en USD 254,42 por tonelada.
Entre los factores bajistas, en Granar indicaron que se mantuvo la decepción de los operadores después de la propuesta de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos para los mandatos de mezcla de combustible fósil con biocombustibles, que para el 2023 fue bastante inferior a las expectativas de los inversores y la industria del etanol.
También presionó la fuerte competencia de las exportaciones de maíz Brasil, las lluvias generosas sobre el centro sur de Brasil y el reporte de humedad en las zonas agrícolas de Argentina, luego de las recientes lluvias.
Trigo
Con respecto al trigo, completó la cuarta semana bajista en Chicago. En la posición para entrega en diciembre bajó USD 7,90 y quedó en USD por tonelada. Para la entrega en marzo cayó USD 8,08 y marcó USD por tonelada.
En este caso, destacaron que la continuidad de la liquidación de contratos volvió a ser el eje para la corriente bajista. Entre fundamentos de la caída, se menciona el pobre desempeño de las exportaciones de Estados Unidos, que contrasta con las abundantes ventas de la Unión Europea. Además de la falta de noticias desde el Mar Negro que indican que los embarques de Ucrania fluyen sin grandes contratiempos, al igual que las ventas de Rusia.
