La cosecha de soja arrancó con toda su fuerza y la zafra está en plena marcha. En los diferentes puntos de producción se refleja una situación compleja para los productores de Paraguay, con una gran disparidad en los resultados de cosecha dependiendo de la región.
La falta de lluvias en áreas claves tienen un impacto significativo en los rendimientos y las finanzas de los productores. A pesar de las dificultades, hasta el momento, se espera que Paraguay pueda llegar a una producción total de 9 millones o 10 millones de toneladas.
Algunos productores están logrando una buena zafra y otros tienen una merma que llega hasta el 70 % de lo que esperaba levantar. Esta situación se debe a que faltó un régimen regular de precipitaciones en algunas zonas para poder terminar bien el ciclo productivo.
El vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales (APS), Karsten Friedrichsen, comentó a Diario Campo que la cosecha de la soja tempranera, sembrada en los primeros días de septiembre del año pasado, se inició en los últimos días de diciembre de 2024 en la zonas de Alto Paraná e Itapúa. Los productores reportaron rendimientos normales, entre 2 500 y 3 500 kilogramos por hectárea.
Señaló que en el norte de Alto Paraná, y gran parte de Caaguazú, el desarrollo del cultivo fue bastante favorable hasta noviembre y diciembre.
Sin embargo, las lluvias no cubrieron toda la región Oriental, en los departamentos de San Pedro, Concepción, algunas zonas de Misiones y Amambay no cayó lo necesario en octubre y noviembre, y el desarrollo del cultivo se vió afectado.
A mediados de diciembre, la situación comenzó a complicarse también hacia el sur. No obstante, en esta zona la sequía ya no provocó daños al cultivo, o afectó muy poco.
Actualmente, la zafra está en marcha en los departamentos de Alto Paraná, Itapúa y Caaguazú. Se desarrolla la cosecha de soja regularmente bien.
Friedrichsen indicó que en la zona sur los agricultores logran rendimientos de 3 000, 3 500 y 3 800 por hectárea. Por otra parte, en el norte, San Pedro y Concepción, la cosecha arrancó con mermas muy importantes, entre 300 y 2.000 kilogramos por hectárea.
Hay preocupación
La principal preocupación de los productores es que las lluvias cesaron después del 8 y 9 de diciembre. “Hoy tenemos productores que dicen que en su campo está todo bien, pero a 10 kilómetros el productor vecino dice que en su campo está todo mal. No se refleja la misma realidad para todos los productores”, dijo el vicepresidente de la APS.
Además, resaltó que hay cultivos de soja que fueron sembrados en octubre, después del trigo. “Esta soja está literalmente muriendo y no madurando”, lamentó.
La situación es bastante variada en los diferentes puntos de producción del país. Resaltó que hay zonas que van a tener una buena zafra y a pocos kilómetros se podrán observar resultados con mermas de 50 % y 70 % de lo que se pretendía cosechar.
A pesar de este escenario adverso, afirmó que la perspectiva de producción total de Paraguay es que todavía se puede cosechar entre 9 millones y 10 millones de toneladas de soja.
Impacto en la calidad de granos
En estos momentos se está cosechando los granos padrón exportación. Karsten Friedrichsen indicó que las plantas que se esforzaron por falta de agua, se comenzará a cosechar desde fines enero y febrero.
En cuanto a la calidad de granos, comentó que los granos formados y madurados fuera de su ciclo normal, pueden llegar a tener algún tipo de problema, como granos verdes, mala formación o en contenido de proteína. Sin embargo, va a depender del clima en el momento de la cosecha. “Recién cuando la producción está en el tanque de la cosechadora uno tiene la certeza de lo se viene”, dijo.
Problemas económicos en el norte
Por cuarto año consecutivo, los departamentos de Canindeyú, San Pedro y Concepción tienen serios problemas climáticos. Karten manifestó que esta situación representa un grave problema económico para los agricultores y para el sector productivo de estas zonas, por los créditos y compromisos que se asumieron. Por otra parte, Alto Paraná tuvo una zafra muy positiva el año pasado y los agricultores pudieron prepararse mejor y pagar sus cuentas. “Los casos son individuales, hay problemas importantes en algunos lugares. Es difícil de administrar y cada uno siente en la piel la situación que le toca sufrir”, dijo.
