La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) presentó la evaluación del 2022 para el sector agrícola. En la ocasión, también dieron detalles de la campaña sojera actual, que comenzó con un retraso del desarrollo vegetativo del cultivo como consecuencia de las bajas temperaturas y los días nublados que predominaron hasta noviembre.
El Ing. Agr. Luis Cubilla, asesor de Capeco, adelantó una merma en la producción como consecuencia de la particular situación climática, con bajas temperaturas que se extendieron hasta la primera semana de noviembre y generaron un importante retraso en el desarrollo vegetativo del cultivo de soja y limitó el potencial productivo. “Tuvimos buena cantidad de agua, pero con noches muy frías y días nublados, sobre todo en el sur del país. Ahora, en diciembre, tenemos merma de lluvias y altas temperaturas. Estos factores bajaron las expectativas de rendimiento”, sostuvo.
Esta situación climática afectó, principalmente, en zonas de producción de Itapúa y Misiones. Es decir, en el sur del país. No obstante, un escenario similar también se observa en el norte, concretamente en San Pedro, donde productores ya actualizaron las estimaciones de producción con mermas importantes.
De acuerdo a lo afirmado por el asesor de la cámara, se estima una reducción de 1.000.000 de toneladas del pronóstico inicial. Es decir, de 10,3 millones de toneladas previstas anteriormente, la cosecha en el 2023 arrojaría una producción de 9,3 millones de toneladas.
No obstante, aclaró que todavía existen variables que pueden cambiar la perspectiva. “Todavía no podemos descifrar o definir cuánto vamos a lograr. Pero, hasta el momento creo que vamos por buen camino”, manifestó.
Alto costo del fertilizante
Otro factor que mencionó Luis Cubilla es el alto costo del fertilizante, un aspecto que también puede disminuir la productividad de los cultivos. “Otro valor que estamos considerando es la poca cantidad de fertilizante que los productores aplicaron a sus cultivos; por el alto precio, en muchos casos, y por el desabastecimiento natural que hubo”.
Por otra parte, afirmó que el costo de producción tuvo un incremento de 150 %. Es decir, estuvo entre USD 800 y USD 900 por hectárea. Incluso, llegó a USD 1.100 por hectárea en muchos casos, señaló.
Más de 3.500.000 hectáreas sembradas
Tras superar el fracaso de la campaña sojera pasada, este año se logró sembrar más de 3.500.000 hectáreas. Al respecto, César Jure, presidente de Capeco, destacó que la mayor parte del cultivo se realizó en buenas condiciones, lo que genera mucho optimismo por lo que se pueda obtener durante la cosecha. “Esto permitirá que los integrantes de la cadena cumplan con sus obligaciones financieras, y que el país pueda lograr sus objetivos relacionados a la política de estabilidad monetaria, mediante una reposición importante del volumen de dólares por la exportación que se espera el año que viene”, destacó.
No obstante, aclaró que en algunas regiones la siembra se realizó con menos tecnología, como consecuencia de las dificultades para importar fertilizantes y defensivos agrícolas debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.