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Manejo de malezas en parcelas de soja ante las condiciones de El Niño

El fenómeno climático El Niño, que se manifiesta con frecuentes e intensas lluvias, podría incidir en la presión de malezas. Por un lado, las condiciones previstas producirían un mayor flujo de germinación de las hierbas no deseadas. Sin embargo, si se presentan precipitaciones con buenos niveles de distribución y volumen, esto ayudaría para que los herbicidas del ­suelo tengan una mejor eficiencia en el control de las malezas en el banco de semilla.

En comunicación con Diario Campo, el Ing. Agr. Gerónimo Ortíz, consultor independiente, comentó sobre las posibles situaciones que se podrían presentar para el manejo de malezas en parcelas de soja en un escenario de El Niño.

Por un lado, las características del fenómeno climático podrían generar un mayor flujo de germinación de las malezas. Pero, si se registran buenos niveles de lluvias, tanto en distribución como en volumen, podría favorecer a la eficiencia de los herbicidas del suelo, específicamente en el control de banco de semillas.

        Gerónimo Ortíz

No obstante, si se registran precipitaciones exageradas, el efecto sería negativo, ya que podría haber arrastre de herbicidas y una mayor lixiviación y, en consecuencia, una reducción del efecto residual de los herbicidas del suelo, explicó.

Incidencia en los suelos bajos

En suelos bajos el escurrimiento o la lixiviación del agua siempre es más lento. Por ello, la planta se ve afectada en su fisiología y el desdoblamiento de los herbicidas se reduce significativamente y puede llegar a manifestar fitotoxicidad en el cultivo.

Malezas de difícil control

Con respecto a las malezas de difícil control, el especialista manifestó que, en Paraguay, por lo general las parcelas tienen un historial de aparición de diferentes especies por unidad de superficie. Es decir, el espectro de malezas es amplio. En ese sentido, señaló que durante el ciclo del cultivo de la soja se llega a identificar varias especies, siendo las más frecuentes, Conyza spp (Buva), Amaranthus spp (Ka’aruru), Kapi’una (Bidens spp) Digitaria insularis (Kapi’i pororo), Commelina spp (Santa Lucia), Richardia spp (Ype rupa), Borreria verticillata (Falso Botón) y varias otras.

Actualmente, con la aparición de nuevos casos de resistencia al glifosato, los fenómenos de tolerancia y resistencia están dificultando más el control de las malezas.

Asimismo, comentó que existen otras malezas que plantean dificultades al productor por la resistencia al glifosato. En este apartado, nombró ka’aruru (Amaranthus hybridus), lecherita (Euphorbia heterophylla), Bidens pilosa, Bidens subalterna y kapi’i pororo (Digitaria insularis). Estas malezas requieren un manejo especial. Es decir, se deben controlar en el banco de semilla (suelo) e inclusive en post-emergencia.

Infestaciones con Cyperus

Por otra parte, señaló que, con la expansión de la soja en campos bajos, en rotación con el cultivo de arroz, hizo que el Cyperus spp. (Piri’i) se convierta en una maleza de difícil control en el cultivo de soja. “Son malezas que tienen un buen comportamiento en suelos bajos”, dijo Gerónimo Ortiz.

Recomendación

Con respecto a las recomendaciones, el especialista señaló que es importante establecer un calendario de aplicaciones. En ese sentido, sugirió la primera desecación con glifosato, los productos hormonales y algún latifolicida, especialmente para el control de buva.

Posteriormente, indicó el segundo golpe, aproximadamente a los diez días después de la primera aplicación con herbicidas de contacto, como por ejemplo Heat, glufosinato de amonio, paraquat, diquat o carfentrazone.

En pre-emergencia, para banco de semilla, sugirió la aplicación de los herbicidas residuales y aplicar inmediatamente después de la siembra. Existen varias alternativas, como Eddus, sulfentrazone, flumioxazin, metribuzin, s-mtolacloro, clomazone, acetoclor y otros. El consultor independiente recomendó recurrir a un profesional para determinar la mejor combinación. “Siempre hay que combinar un graminicida con un latifolicida”, agregó.

Para post-emergencia, afirmó que es importante tener programada la aplicación, por si la circunstancia lo requiera. Para este caso se puede utilizar glifosato, bentazon, cletodim o haloxifop.

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