La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) divulgó la declaración de su grupo de trabajo sobre la fauna silvestre. El comunicado alerta que las condiciones climáticas asociadas al fenómeno de El Niño – Oscilación del Sur (ENOS o ENSO, por sus siglas en inglés) tienen consecuencias extremas a corto plazo en los patrones del clima, con fluctuaciones de los niveles de lluvias, de las temperaturas del océano y de la tierra, y de las condiciones ecológicas globales.
Los análisis muestran que, a estos cambios intensos, le siguen brotes de enfermedades. Además, los extremos del espectro de humedad (a la vez más húmedos y más secos) constituyen condiciones ecológicas favorables para la emergencia de artrópodos vectores y de agentes patógenos en animales y humanos, y para la propagación de aglomerados de enfermedades.
Por otra parte, históricamente, cuando se producen tales desviaciones extremas con respecto a las normas climáticas, el desequilibrio huésped-patógeno desencadenan enfermedades epidémicas tanto en las poblaciones humanas como animales. Los ejemplos incluyen la fiebre del valle del Rift, la malaria, el cólera, la enfermedad por hantavirus, la peste y el virus de la enfermedad del virus del Nilo Occidental. Aún más, el ENOS puede añadirse a las repercusiones del cambio climático y los resultados combinados, aunque todavía no son claros, podrían ser más significativos.
Enfermedades no infecciosas
De estos cambios climáticos también se desprenden enfermedades no infecciosas como se observa en la reducción de las poblaciones de peces, las floraciones de algas nocivas y la acumulación de toxinas en las cadenas alimentarias, los incendios forestales y los efectos de la calidad del aire en las enfermedades respiratorias, sin olvidar los cambios en los pastos y en los cultivos que trastocan el suministro de alimentos.
Los episodios El Niño suponen retos adicionales para la capacidad de las autoridades ‘Una sola Salud’ en el campo de los animales terrestres y acuáticos, y de la gestión de riesgos. Por consiguiente, los veterinarios y los profesionales de la salud humana deben trabajar juntos con el fin de estar mejor preparados frente a los eventos ENOS futuros que ya han empezado a manifestarse.
Finalmente, desde la Organización Mundial de Sanidad Animal y su Grupo de Trabajo sobre la fauna silvestre afirmaron que están disponibles para prestar su experiencia y ofrecer orientaciones a lo largo de este fenómeno.
