Conforme al reporte de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), enero fue un mes perdido para las industrias aceiteras locales, como consecuencia del retraso de la cosecha de soja.
Desde la cámara señalan que las estimaciones para el 2023 son buenas, tras un 2022 marcado por la sequía que también afectó las operaciones de las industrias aceitera; e incluso paró el movimiento en muchas fábricas durante los últimos meses del año pasado.
Sin embargo, el primer mes de este año no fue diferente a los últimos del 2022, ya que el retraso de la cosecha de soja impidió que las fábricas se abastezcan de materia prima para procesar.
En el reporte de la Cappro señalan que en enero se industrializaron 15.537 toneladas de oleaginosas, lo que representó una caída del 75 % en relación al volumen promedio de procesamiento para enero en los últimos tres años.
Por otra parte, la soja no fue la materia prima más procesada en enero pasado por las aceiteras, ya que cedió su espacio a la canola. Pero, esperan que la normalización de la cosecha permita el retorno de valores más significativos en la molienda.
No obstante, desde la Cappro señalan que las deterioradas condiciones de competitividad de la industria llevan a proyectar otro año gris para el sector. En ese sentido, mencionan la falta de políticas públicas.
Molienda más baja para el mes de enero
De acuerdo al informe de la Cappro, en enero del 2023 apenas se industrializaron 7.110 toneladas de soja, lo que representó el menor registro para el primer mes del año desde que la cámara inició con sus estadísticas, en el 2008.
Al comparar el volumen procesado en enero pasado con el promedio del primer mes en los últimos tres años, se observa una caída del 88 %. Además, la soja molida representó una utilización del 2 % de la capacidad nominar de las industrias para el primer mes del 2023.
