Tras dos años de baja producción, afectado por el fenómeno climático La Niña, el sector apícola apunta a obtener rendimientos sobresalientes, en especial aquellos productores que implementan el manejo adecuado de sus colmenas.
Los últimos años no fueron buenos para la apicultura nacional, que también fue golpeada por la falta de agua, que es una de las principales características de La Niña en esta parte del mundo. Sin embargo, con las lluvias de los últimos meses la situación mejoró y permitió alcanzar un dinamismo inusual en la cosecha de miel de abejas.
No obstante, y si bien el clima comenzó a favorecer, los productores que logran buenos rendimientos son aquellos que se capacitan y marcan la diferencia a través del manejo, explicó el licenciado Carlos Escobar, responsable del departamento de apicultura del Viceministerio de Ganadería, en comunicación con Diario Campo. “Cuando hablo de manejo me refiero a la renovación de los panales de cría de primer piso, o camada de cría. Esa es la gente que tiene cosecha récord”, agregó.
Como ejemplo, mencionó que el manejo adecuado permitió a apicultores de Guairá alcanzar de dos a tres cosechas en 45 o 60 días. Es decir, no es una situación casual, sino más bien es la consecuencia de un trabajo planificado. Por supuesto, el buen clima y la vegetación actual son factores indispensables para lograr estos resultados.
“Es fundamental la interpretación del clima e interpretar también el lenguaje de las abejas, observando el comportamiento de las piqueras. Eso va a posibilitar que el productor coseche en tiempo y forma”, expresó.
Igualmente, explicó que el ser humano solamente ejerce intervención directa sobre la población de abejas, a través del manejo racional de las colmenas; como también sobre la flora, ya que muchos apicultores enriquecen su entorno con la plantación de flora o pasto apícola, siempre enfocada en sus abejas. “Esa es la gente que está teniendo una producción récord”.
Revisión de panales
Por otra parte, Escobar afirmó que las personas que no se capacitan no logran buenos resultados, ya que son incapaces de interpretar y realizar el seguimiento que requiere esta actividad. Al respecto, dijo que la apicultura necesita de una revisión periódica. “Lo ideal es una revisión semanal, o mínimamente cada 15 días. El que se prepara cosecha con éxito, y el que improvisa siempre tiene excusa para su ineficacia”, manifestó.
Escobar mencionó que este es el momento de tocar las colmenas, para que en los 90 días productivos que sobran (hasta finales de abril) se pueda cosechar y obtener reservas para el invierno.
Cosecha
En cuanto al promedio de producción, Escobar mencionó que es de 20 kilos de miel por cada cosecha. Además, explicó que es posible lograr, al menos, una cosecha en años malos; dos, en regulares; y hasta tres en años óptimos, en nueve meses productivos. “Ahora tenemos gente que ya está cosechando tres o cuatro veces, desde agosto del año pasado hasta enero”, señaló.
Para la zafra apícola 2022-2023, que se inició en agosto, se prevé una producción de 1.000 toneladas. Con respecto al precio, señaló que el mínimo es de G. 20.000 por kilo; e incluso puede llegar a cotizarse a G. 35.000 por kilo en la finca del productor. “Los productores están mejorando su calidad de vida con la miel”, aseguró.
