Sin dudas, las lluvias de las últimas semanas elevan el entusiasmo entre los agricultores, que ya observan una marcada diferencia climática en relación a la zafra pasada. Sin embargo, el exceso hídrico puede facilitar la aparición de enfermedades. Por ello, es importante estar alertas para evitar problemas de gran dimensión.
En periodos de lluvias intensas, las parcelas de soja requieren la mayor atención por parte del productor, para identificar la aparición de enfermedades como consecuencia del exceso de humedad. “Las lluvias traen beneficios, pero también pueden generar la aparición de enfermedades”, dijo a Diario Campo el Ing. Agr. Rodrigo de Moura, gerente comercial de Biosafras S.A.
El exceso de precipitaciones y los ambientes de mucha humedad pueden generar efectos negativos en los periodos de establecimiento y desarrollo de la soja. Al caer el agua sobre el suelo, las salpicaduras que llegan a las hojas pueden transformarse en vehículos para los inóculos de enfermedades. “Como resultado, se presenta una propagación temprana de las enfermedades en el cultivo”, explicó.
Entre las principales patologías que pueden aparecer en las parcelas de soja bajo estas condiciones, el ingeniero mencionó el tumbamiento o Damping-off, la mancha marrón (Septoria glycines), antracnosis de la soja, la mancha “alvo”, y el moho blanco. Estas afectan durante el estadio inicial del cultivo y se agravan con el exceso de humedad y las temperaturas más bajas.
Para evitar que las enfermedades se propaguen, recomendó la aplicación anticipada de fungicidas. No obstante, recordó que la solución de los problemas mencionados no es simple, ni fácil de implementar. “Requiere de un análisis detallado del problema, el domino de diversas áreas de conocimiento, el planeamiento a largo plazo, el monitoreo y persistencia en los cuidados, acompañados del manejo de suelo y del cultivo”, manifestó.
