Una alternativa concreta para enfrentar la salinidad de los suelos y mejorar los rendimientos agrícolas comienza a consolidarse en el sudeste cordobés, Argentina, es la aplicación de yeso agrícola. Los investigadores del INTA Marcos Juárez demostraron que el uso de este insumo, en dosis de hasta 8.000 kilos por hectárea, mejora significativamente la estructura del suelo, reduce la alcalinidad y potencia el desarrollo de los cultivos, como maíz, trigo y soja.
En los departamentos de Unión y Marcos Juárez, donde el 40 % de los suelos presentan algún grado de salinidad o alcalinidad, esta técnica se perfila como una solución viable. Se trata de zonas con aptitud ganadera que actualmente se destinan en gran medida a las agricultura, pero con baja productividad y marcada variabilidad de rendimientos según el clima, húmedo o seco.
El yeso (sulfato de calcio) reemplaza el sodio intercambiable del suelo por calcio, lo que mejora la infiltración del agua, reduce el pH, aumenta la disponibilidad de nutrientes y favorece el crecimiento radicular. En ensayos realizados por el INTA el rendimiento de maíz incrementó 3,5 veces en promedio en un año seco, al pasar de 470 a 2207 kilos por hectárea sin labranza vertical, con dosis de 2000 a 8000 kilos de yeso por hectárea.
También se registraron mejoras en el trigo, donde se observó que la biomasa se multiplicó con apenas 2000 kilos de yeso por hectárea, sin diferencias significativas con dosis mayores.
Los avances y resultados de estos estudios fueron presentados en el Congreso de Salinidad, que se realizó del 30 de julio al 1 de agosto. Según Bethania Aimetta, investigadora del INTA y coordinadora del evento, “es clave desarrollar estrategias que permitan mejorar la productividad y prevenir la salinización futura de los suelos agrícolas”.
Fuente y foto: INTA