Un reciente estudio del Viceministerio de Minas y Energías, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), revela que el consumo de biomasa en Paraguay alcanza los 6,2 millones de toneladas al año, lo que la consolida como un pilar de la matriz energética nacional. El informe “Estimación del consumo y producción de Biomasa forestal con fines energéticos”, elaborado con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), actualiza datos claves sobre el uso de esta fuente energética y plantea estrategias para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Del total que consume el país, el 57% corresponde al sector industrial, mientras que el 28,8% se destina al uso residencial y un 14,2% al carbón vegetal. La leña, por su bajo costo, sigue siendo el principal energético que se utiliza, especialmente en las industrias para la producción de etanol, el secado de granos, azucareras, cerámicas, olerías y caleras.
El informe advierte sobre un déficit en prácticas sostenibles dentro del sector, destaca la necesidad de mejorar el manejo forestal y establecer mecanismos de control y certificación que aseguren la trazabilidad del recurso y su origen responsable.
Para enfrentar estos retos se proponen dos estrategias clave:
1- Reactivar el proyecto de plantaciones forestales energéticas, que fue diseñado en 2017 con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y el Fondo Verde para el Clima, que busca aumentar la oferta de biomasa renovable.
2- Implementar regímenes de certificación industrial, conforme con los Decretos 4056/15 y 1788/24, previstos para entrar en vigencia en 2026, que garanticen el uso sostenible de la biomasa en procesos industriales.
El futuro de la biomasa en la matriz energética
Dada su disponibilidad, bajo costo y versatilidad, el estudio concluye que la biomasa seguirá siendo insustituible a corto y mediano plazo, especialmente para la industria. No obstante, su permanencia como fuente energética dependerá de políticas públicas activas que promuevan la forestación, certificación y uso responsable del recurso.
En un contexto de transición energética global, Paraguay tiene la oportunidad de posicionarse como referente regional en bioenergía sostenible, combinando seguridad energética, desarrollo rural y protección ambiental.
Fuente: MOPC