El último informe del USDA sobre la producción mundial reforzó la expectativa de una gran producción mundial de soja para el ciclo 2023-2024, y al mismo tiempo debilitó aún más el precio de la oleaginosa. En una entrevista para Diario Campo, el analista en agrofinanzas, Federico Morixe, explica los elementos que se observan actualmente en el mercado y adelanta los posibles escenarios.
Tras dos años con buenos precios y elevados márgenes en los países que lograron rendimientos satisfactorios, los productores comenzaron a sembrar en más áreas y lograr mejores rendimientos. “Es lo que está pasando. El año pasado Sudamérica incrementó el área. Y en su último informe, el USDA anunció un incrementó del área de siembra, donde también se espera mayor rendimiento”, sostuvo.
Además, mencionó una diferencia de ritmo en las dos principales variables del mercado. Si bien la demanda también sube, el incremento no es el suficiente para equilibrar el aumento de la oferta. “La demanda aumenta entre tres millones de toneladas y cuatro millones de toneladas cada año. Pero, la oferta, a veces, se incrementa 10, 15 o 20 millones de toneladas por año”.
Por otro lado, con la expectativa de altas producciones, los compradores demoran las compras para negociar a precios más bajos, situación que genera el derrumbe de los valores. “Eso es lo que venimos viendo desde noviembre”, señaló.
Si se mantiene la proyección, y al final se alcanza la producción esperada en Estados Unidos, principalmente, los precios continuarán bajos. Sin embargo, una situación climática adversa puede cambiar el panorama.
Ante el panorama actual, con la expectativa de precios bajos, Morixe recomendó cautela “Sí realmente se da esa producción que se espera, hay que prepararse para un año de precios bajos”, manifestó.
Gestión
El analista señaló que estas situaciones deben servir para entender que las oscilaciones en los precios ocurrirán siempre. Por ello, el productor tiene que aprender a afinar su presupuesto y respetarlo, señaló. “Debe tener bien definidos los costos de producción y hacer una buena gestión de precios, con los seguros de precios”, añadió.
Los precios actuales son los más bajos, desde los valores observados entres los años 2017 y 2019, recordó el analista. Posteriormente, en el 2020, y tras una marcada caída de la producción en Estados Unidos, los valores cambiaron.