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El Niño complica la situación y presenta un difícil panorama para la producción apícola

Como consecuencia de los efectos del evento climático El Niño, el rubro apícola se resiente y tiene un panorama complicado. El exceso de lluvias en algunas zonas y la falta de lluvias suficientes en otras causan pérdidas de producción.

El Lic. Carlos Escobar, jefe del departamento de apicultura del Viceministerio de Ganadería  del MAG, explicó que las lluvias constantes lavan el néctar y hace que se diluya, lo que implica que la abeja trabaje más por poca recompensa. 

Solo el bajo Chaco y la zona norte, donde hay una buena cosecha, no se encuentran resentidas. En cambio, la situación en el sur del país es mala, por exceso de lluvias. Asimismo, en Boquerón la cosecha es escasa por la falta de humedad, afirmó. “No tenemos secreción de néctar por la ausencia de agua. El panorama es difícil, por los bajos rendimientos. Pero como dicen, Dios aprieta pero no ahoga”, dijo.

Por otra parte, adelantó que la temporada de producción 2023-2024 concluirá con la Semana Santa, donde se espera que El Niño se retire y el clima mejore para la producción. Luego se vería con más precisión cómo cierran los números.

Además, mencionó que toda la región sufre este impacto en la apicultura, lo que permite una ventaja. Recordó que en la temporada anterior hubo un exceso de producción, que permitió tener suficiente stock de miel en la región. Con las existencias actuales, ante la falta del producto en los mercados internacionales, se logra cubrir ese déficit y con mejores precios.

No todo es culpa del clima

El Lic. Escobar recordó que el año pasado, en la época más calurosa, en diciembre y enero, se tuvieron buenas lluvias y prácticamente se establecía una caja y se cargaba sola, sin necesidad de un trabajo relevante del apicultor. De esta forma, muchos productores se sentaron a esperar. Sin embargo, el productor que trabajó igual y realizó los manejos técnicos, logró una súper producción.

En cambio, en esta temporada de producción no se produce el mismo milagro que en la campaña anterior, y los productores están trabajando para cosechar, ya que quedan cuatro meses de producción.

Recomendaciones

El especialista afirmó que es fundamental el manejo en la cámara de cría, que significa la rotación de panales con miel o cría abierta al alza, la colocación de panales dorados o con cera estampada en su reemplazo en la cámara de cría para el intensivo de la postura. “Hay que hacer el trabajo en la cámara de cría, la rotación de panales y el control de maduración de miel en el alza”

Recomendó cumplir con los 45 días de ciclo biológico, para que la abeja obrera se vuelva pecoreadora. De esta forma, cuando comienza la floración de las hierbas y arbustos, a fines de febrero,  ya se ingresa con la abeja trabajando en el campo, y solamente ya se acarrea el néctar para una cosecha durante los meses de marzo, abril, incluso mayo.

“Si no se hace este trabajo de poner más población, no va a haber abejas que tengan la edad de pecoreadora y no se va a tener el rendimiento. El ciclo biológico de la abeja es de 21 días para nacer y 21 días para trabajar en la colmena. Con este tiempo, de 42 a 45 días, la abeja ya está en condiciones de cumplir con su trabajo afuera”, concluyó.

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