Desde el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) alertaron a los productores nacionales el riesgo que supone la presencia del virus rugoso del tomate en Argentina. Por ello, recomiendan monitoreos intensivos en las parcelas, con el objetivo de identificar de forma oportuna.
De acuerdo con los monitoreos permanentes que encabeza el Senave, en el marco del programa de vigilancia fitosanitaria en cultivos de productos sensibles, los resultados de presencia de la enfermedad son negativos.
No obstante, desde la institución emitieron la alerta ante la confirmación del hallazgo del virus rugoso del tomate en Argentina. Además, aclararon que el virus genera daños en cultivos de tomate y pimiento, pero no afecta la salud humana ni animal.
Igualmente, explicaron que el virus se propaga con rapidez y genera manchas y puntos amarillos en los frutos, manchas marrones y estrechamientos de hojas y un enanismo generalizado en las plantas de tomate. Por lo tanto, puede afectar la calidad y la cantidad de la cosecha, y desembocar en pérdidas económicas significativas para los agricultores.
Asimismo, mencionaron que el virus se transmite a través de las semillas, plantines, herramientas y equipos de trabajo utilizados en el cultivo, y algunos insectos (trips).
Semillas autorizadas
Ante esta situación, desde el Senave recordaron a los productores la importancia que tiene el uso de semillas autorizadas, ya que estas garantizan la sanidad de las plantas desde la siembra. Igualmente, señalaron que es esencial la estricta limpieza de los cultivos y la desinfección regular de las herramientas, equipos y superficies de trabajo para evitar la transmisión del virus.
Sin embargo, reiteraron que la recomendación más importante es el monitoreo constante de las plantas, ya que es la única forma que tiene el productor para detectar la infección de forma temprana.
También recordaron que, ante la sospecha de la presencia del virus, el productor debe notificar al Senave para recibir la orientación adecuada.