El mercado atraviesa por un momento de alta volatilidad de los precios, lo que genera incertidumbre. Se estima que este escenario puede persistir por dos o tres años más. Así afirmó Federico Morixe, analista de agrofinanzas.
Esta situación es generada por la guerra en Europa, que causa restricciones en países productores, exportadores y procesadores de alimentos, como Rusia, Ucrania y Bielorrusia. Otros factores que inciden son la sequía, la inflación, y los problemas económicos, financieros y sociales. Incluso, impacta la preocupación por un posible desabastecimiento alimenticio en algunas naciones, si continúan estos conflictos o se de una sequía en algún país con gran volumen de producción.
El analista manifestó que es importante que los productores estén atentos a las noticias; no solo para saber lo que está pasando, sino para conocer cómo puede impactar la situación a nivel local en su producción.
Entre los productos afectados, se observa que el precio de la carne bajó un 30 %, y el de la leche también disminuyó 50 % a nivel internacional. En cuanto a los granos, cayó 100 dólares en la soja, 50 dólares en maíz y 100 dólares en trigo. “Estos números son altos, pero pueden seguir bajando, como también pueden volver a subir”, explicó.
Recomendó a los vendedores utilizar la información estratégicamente, para intentar comercializar la producción lo más alto posible; o evitar una pérdida si es que baja. Esto es fundamental en un año donde los costos de producción son elevados, dijo. “Hay que cuidar mucho, llevar los números finos, conocer precisamente los costos de producción, por hectárea y por tonelada de lo que voy a vender”, agregó.
El parámetro debe ser el margen de ganancia
En ocasiones, el productor espera el mayor precio posible, incluso cuando ya está ganando. Como ejemplo, mencionó que, si la soja está en USD 499 por toneladas, busca vender a USD 500. Sin embargo, la cotización se reduce a USD 300 y pierde el negocio por querer ganar un dólar más. Por ello, sugirió tener como parámetro el margen, no el precio. “Si tengo la soja, coseché y estoy ganando USD 100 o 200 por hectárea o por tonelada, hay que cerrar y mirar hacia delante. Si me quedo esperando un mejor precio y después empieza a bajar, empiezo en perdida”, señaló.
Reiteró que son tiempos muy volátiles, en los que se puede ganar mucho pero también se puede perder. Por ello, es fundamental cerrar el margen. La diferencia entre el costo y precio, si es positiva, en los próximos dos o tres años será clave para el productor.
Recomendaciones
Trabajar en la gestión interna, conocer el costo de la producción y, cuando se tiene el precio, capturar, fue la recomendación que dejó Morixe. El mejor momento para cerrar los contratos es cuando el productor tiene la producción guardada en el silo, dijo. “Ahí ya conoce la cantidad y calidad que dispone para vender”, sostuvo.
Por otra parte, sugirió usar los seguros de precios si existe inseguridad sobre las cotizaciones. De esta forma, el productor no vende la mercadería. “Cuando tengo la producción en el silo, sé la cantidad y calidad; el precio me sirve y el margen de ganancia tengo asegurada, vendo todo. Luego, me enfoco en el próximo cultivo”.
La recomendación está enfocada en los principales commodities agrícolas, en especial en la soja. En el caso del maíz, muchas veces depende de los precios regionales. Es decir, sí en Brasil o Argentina tienen algún problema productivo en las áreas destinadas al cereal, el valor para Paraguay sube. En contrapartida, si la producción se excede en estos países, tiende a bajar, explicó.
Más variables
En un escenario normal, uno podía prever un 20 % de suba o baja al tener en cuenta los datos de la producción en el mundo, la demanda, el clima y el tipo de cambio. Sin embargo, en la actualidad existen 15 variables, como el conflicto bélico, la inflación, la suba de tasas, si las bolsas de valores bajan, si los fondos de inversión compran y venden soja, entre otras. “Con esto, los factores que normalmente se utilizaban parecieran que no existen”, manifestó.
Cautela
El especialista pidió estar atentos y cautelosos, porque se pueden presentar situaciones poco comunes, como una sequía en otro país y ver que los precios de los commodities bajen, cuando lo normal sería que suba. “Pueden pasar cosas en contra de los precios, que no son propias del mercado. Cosas externas están impactando en las materias primas, como soja, maíz y trigo, que pueden perjudicar cuando vamos a vender”, comentó.