La producción de trigo en Paraguay siempre fue un desafío para los productores, como también para la tecnología ajustada a las condiciones nacionales. Este año, además de los factores climáticos, sequía temprana, helada en la floración y lluvias en la cosecha, el elevado costo de insumos fue el reto adicional para la producción.
En cuanto a los fertilizantes, este año se tuvo una menor disponibilidad para el cultivo por los elevados costos. Esta situación generó un incremento significativo de los costos de producción en trigo. Lo mismo sucedió en cultivos de otros rubros.
El doctor Mohan Kohli, especialista en trigo y asesor de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadoras de Cereales y Oleaginosas (Capeco), dijo a Diario Campo que este año, para abaratar los costos de producción, los productores bajaron el nivel de tecnología en comparación al que normalmente venían utilizando, especialmente en cuanto a la fertilización del cultivo.
“Afortunadamente, la baja aparición de enfermedades por la sequía, este año resulto en una disminución importante en la aplicación de fungicidas. Dependiendo de la variedad sembrada, en su mayoría habrán hecho una o dos aplicaciones para controlar las enfermedades foliares y de la espiga”, expresó.
Con la disminución en el uso de defensivos y de la aplicación de fertilizantes, los productores lograron abaratar el costo de producción en el cultivo de trigo del 2022.
Capacitación
Otro de los desafíos en este rubro está relacionado tanto a los agricultores como a los técnicos que trabajan en la capacitación de los agricultores. Es necesario hacer conocer al productor sobre la importancia del uso de las variedades resistentes a las enfermedades prevalentes en el país, manifestó Mohan Kohli.
“Muchos productores siembran una variedad con la que tienen experiencia o por los comentarios de vecinos o de los vendedores de semillas. La necesidad de sembrar una variedad nacional, que fue desarrollada para las condiciones locales y que es resistente a las enfermedades, todavía no está bien asimilada. Incluso, este año se pudo visualizar la gran diferencia en la infección de la roya de hoja y manchas foliares en variedades nacionales en comparación con otras que fueron introducidas. El solo hecho de usar la resistencia como aliado, va a abaratar el costo de producción en cuanto al uso de fungicidas”.
A nivel de productores, es fundamental que continúen los ajustes en la tecnología y su utilización. Entre ellos, el especialista mencionó los desafíos de elegir la variedad adecuada para cada campo, la fecha y densidad optima de siembra, una fertilización adecuada y eficiente; y finalmente, el control químico de insectos y enfermedades. Esto factores impactan en los rendimientos. “Hay algunos productores que están sembrando a principios de abril y tienen problemas cuando llegan las heladas de junio o julio”, comentó.
Tecnología adecuada para resultados más eficientes
Al considerar que actualmente existe la tecnología adecuada para la producción de trigo en el país, es necesario motivar a los productores para el uso apropiado; y de esa forma, alcanzar resultados más eficientes.
“Con el uso correcto de la tecnología recomendada, no hay razón para que el agricultor produzca menos de 3.000 kilogramos por hectárea. Si se produce menos, es porque hubo algún problema en la aplicación de la tecnología o por efectos climáticos mencionados anteriormente”, concluyó.