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Destacan la eficiencia de la ganadería vacuna y la calidad de la carne paraguaya

Hace unos días, la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible (MPCS) emitió un comunicado para destacar las transformaciones que desarrolló la ganadería paraguaya desde hace varias décadas y defender la calidad organoléptica e higiénica sanitaria de la carne paraguaya. Fue como respuesta a las publicaciones en el Registro Federal de los Estados Unidos para la importación de carne desde Paraguay.

En primer lugar, mencionan la integración de la cadena de valor de la carne para el logro de un objetivo común. En ese sentido, recuerdan que a partir del 2013 se comenzó a notar este cambio de accionar, lo que se reflejó en el número de cabezas del hato ganadero y en las exportaciones anuales de carne y menudencias vacuna.

Además, señalan que en el 2018 se inició otro proceso de valorización de la carne paraguaya, con la formación de la MPCS, que es una mesa de diálogo privada multisectorial. Esta promueve la sostenibilidad económica, social y ambiental de los sistemas de producción ganadera del país, aseguran.

Igualmente, destacan que en Paraguay se desarrolla una ganadería moderna, conformada por una sólida base genética, con animales adaptados y productivos, y un sistema eficiente en todos los eslabones de la actividad, desde la reproducción, la nutrición y temas relacionados al bienestar animal.

Salud animal

Por otra parte, desde la MPSC sostienen que la calidad organoléptica e higiénica sanitaria está garantizada por todos los actores de la cadena de valor de la carne, integrada por industriales, organizaciones de la sociedad civil, proveedores de insumos y servicios, y minoristas.

Igualmente, señala que Paraguay ofrece un producto de altísima calidad, que reúne todas las condiciones de la demanda de carne de los mercados más exigente. Es decir, se minimiza el riesgo de saludo pública y animal.

También resaltan que el sistema productivo paraguayo de carne enfatiza el cuidado de la salud y origen de los animales. Para ello, consideran todos los puntos de control crítico, desde la producción, el transporte, faenamiento y manipulación del producto final acordes a la reglamentación del Senacsa, aceptadas y homologadas para los países compradores del países.

“El mercado americano, al igual que cualquier otro mercado internacional, puede recibir nuestro producto con toda confianza”, afirman en una parte del comunicado que es firmado por los principales responsables de los sectores que componen la MPCS.

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