El cultivo de soja se encuentra en un momento clave de su desarrollo. Por ello, es importante no descuidar el manejo adecuado para control efectivo de las enfermedades, como la roya y las fin de ciclo.
Actualmente no se observa una fuerte incidencia de roya. Sin embargo, no se puede dejar de realizar el manejo preventivo que corresponde, para asegurar el control de las enfermedades que pueden causar daños al cultivo.
El Ing. Agr. Wilfrido Morel, especialista en fitopatología, manifestó que en el sur del país, en el departamento de Itapúa específicamente, se reportaron focos de roya en áreas comerciales en María Auxiliadora, Capitán Meza, y otras.
Sí bien, las áreas no están comprometidas, se observa la incidencia de roya. Ante esta situación, recomendó a los agricultores estar alertas, ya que la enfermedad puede extenderse en condiciones de lluvias frecuentes, especialmente en las áreas comerciales que están en fase de desarrollo avanzado.
“Considerando que hay diferentes etapas de siembra, principalmente en el sur, explicó que los cultivos de soja más avanzados pueden ser focos de roya, que luego traspasan las esporas a las siembras más retrasadas. Esto puede tener consecuencias si no se realiza un buen control de enfermedades”, dijo.
Enfermedades de fin de ciclo
La mayoría de los cultivos también tienen incidencia de otras enfermedades; por ejemplo, las del complejo de fin de ciclo. El especialista señaló que estas se establecen de forma temprana y, luego, aparentemente el cultivo está mejor. Pero, a medida que avanza el tiempo y se llega más cerca a la maduración fisiológica de las plantas se observan incidencias de Cercospora kikuchii.
En cuanto a las enfermedades de fin de ciclo, recordó que actualmente se sugiere la aplicación de fungicidas en la etapa vegetativa temprana (V3 – V4), para el control oportuno. Explicó que son patógenos necrotróficos, que se hospedan y sobreviven en el rastrojo del cultivo del ciclo anterior, y que en condiciones de lluvias frecuentes en la primera etapa (vegetativa) se establecen en las primeras hojas que va desarrollando el cultivo.
Manejo de roya
Posteriormente, se apunta al manejo de roya, expresó el Ing. Morel. Al respecto, manifestó que las primeras aplicaciones preventivas para el manejo y control de roya se realizan antes del cierre de las hileras. Con esto se evita que el organismo se establezca en las hojas bajeras, explicó.
Además, recomendó una secuencia de aplicaciones cada 14 o 15 días, hasta el periodo de formación de granos. De esta forma, se logra mantener sano el estrato inferior, medio y superior de la planta. En caso de que el factor climático sea favorable para la enfermedad, con lluvias frecuentes, incluso se recomienda el uso de fungicidas hasta la fase de llenado de granos.
“El productor que implementa un programa de aplicaciones preventivas y lo hace de forma eficiente, una vez llega a la etapa R6, no tendría que tener incidencia de roya en el cultivo”, dijo.
Actualmente, están disponibles en el mercado una variedad de ingredientes activos para el manejo de las enfermedades en cultivos de soja. Los fungicidas con diferentes modos de acción o grupos químicos son mezclas con estrobilurinas, triazoles y las carboxamidas. Estos se recomiendan en mezcla con fungicidas multisitios para la lucha contra la diversidad poblacional, especialmente de roya de la soja, indicó.
Cultivos más expuestos
Remarcó que hay soja sembrada en varias etapas, inclusive hasta fines de noviembre, en las distintas áreas comerciales. Estos cultivos son los que estarán más expuestos a la incidencia, principalmente de la roya. “Si el patógeno se estableció en los cultivos de siembra temprana, y no se realizó un manejo adecuado, puede multiplicarse e ir pasando las esporas a medida que se desarrollan los cultivos de siembras más tardías o atrasadas”.
El especialista recomendó realizar el monitoreo permanente de los cultivos y las aplicaciones de fungicidas en los cultivos más retrasados, que van a requerir mayor frecuencia de aplicaciones.