En Itapúa y el sur de Alto Paraná, las parcelas de soja sembradas desde finales de agosto hasta el 15 de setiembre lucen buen desarrollo. Actualmente, las plantas tienen entre 12 y 14 nudos, y están con una altura de 80 cm. “Incluso llegan a 90 cm en algunas parcelas. Hasta ahora, el desarrollo es impecable”, dijo a Diario Campo el Ing. Agr. Robinson Link, de Agroprosur.
Si bien el aspecto del cultivo en estas regiones productivas es correcto, mencionó un ligero retraso en el desarrollo, como consecuencia del acentuado descenso de la temperatura durante los primeros días de noviembre. Además, actualmente las parcelas no reciben una luminosidad óptima, lo que genera una situación que puede favorecer la proliferación de inóculos.
El profesional recomendó a los agricultores que realicen las aplicaciones preventivas de fungicidas y de la forma correcta. “Para un fungicida nunca es temprano, pero sí puede ser tarde. Una vez que el inóculo este instalado, sea de manchas o roya, va a ser muy difícil de controlar en este tipo de ambiente”, dijo.
Recomendaciones
Asimismo, Robinson Link recordó la importancia de una buena aplicación en la etapa vegetativa. En ese sentido, sugirió el uso de un producto combinado, que logre un buen control del complejo de hongos biotróficos y mesotróficos en la etapa vegetativa. “Luego es necesario entrar a aplicar una carboxamida antes del cierre de entre hileras, en mezcla con un triazol o estrobilurina”, señaló.
Posteriormente, en R1, se realiza otra aplicación. En este caso, con un prothioconazole, que tiene un poder más curativo. Respecto a este último, mencionó la importancia de las recomendaciones de aplicación del producto, para evitar que genere fitotoxicidad. Incluso, se puede agregar un multisitio, como Mancozeb.
No bajar la guardia
“Lo que se percibe en el campo es que el productor está bastante relajado, porque la soja esta con un buen desarrollo, y no están haciendo aplicaciones de forma preventiva. Insto a los productores a que monitoreen o que realicen las aplicaciones, sin dudar, porque en fungicida tiene mayor acción preventiva y no es tan curativa”, expresó el Ing. Link.
Recordó que el año pasado prácticamente no se utilizó fungicida, dado que el clima hizo que no sea necesario. “Siempre se quiere hacer la comparación con lo que fue el año anterior”.
En cambio, este año se dan las condiciones ideales para la aparición de inóculos. Al respecto, explicó que la roya no se ve hasta R2 o R3. “Una vez que se observa una fuente de inóculo, significa que hace 15 días atrás la planta ya estuvo infestada”.
Oportunidad para lograr buenos rendimientos
Reiteró que la soja está con buen desarrollo en el campo. Además, el precio está relativamente bien; y hasta el momento, las condiciones para producir son buenas. Por lo tanto, es una oportunidad que el productor tiene que aprovechar y hacer bien las aplicaciones para alcanzar buenos rendimientos.
“Si bien las precipitaciones que estamos teniendo hacen que el cultivo tenga un buen desarrollo, también hacen que se generen condiciones desfavorables de ambiente, porque puede facilitar la presencia de patógenos. Es decir, un clima fresco no favorece en la sanidad, pero se puede trabajar y controlar sobre ese tiempo de ambiente”, concluyó.
