Si bien la cotización internacional de la soja tuvo un marcado descenso, el gran rendimiento de la campaña 2023-2024 permitió que las exportaciones de la oleaginosa se mantengan con variaciones positivas. Es más, se estima que este año concluya con ingresos que rondan los USD 4.000 millones por los envíos del grano.
La licenciada Sonia Tomassone, asesora en comercio exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), destacó la gran producción de soja del ciclo 2023-2024. Fue durante la evaluación del año realizada por el gremio el lunes pasado.
Si bien los números finales recién estarán listos en enero del 2025, cuando salga la última carga, mencionó que los envíos se acercan a las 11.000.000 de toneladas. “La mayor producción de soja permitió que este año sea muy positivo para las exportaciones de los granos”, expresó.
Además, señaló que el mayor volumen alcanzado compensa el ingreso de divisas, pese al notorio descenso en los precios internacionales. “Prácticamente vamos a terminar el año con las exportaciones por valor de casi USD 4.000 millones, versus los USD 3.500 millones del año pasado. Tenemos un superávit importante, que incluso puede ser mayor cuando se confirmen los números”, resaltó.
Maíz y trigo
Con respecto al maíz, la asesora de Capeco explicó que sufrió una merma importante. De acuerdo a las estimaciones, la cosecha sería de 3.000.000 toneladas, 2.000.000 de toneladas menos que en el ciclo anterior. Recordó que este cereal tiene una alta demanda de la industria local, para su conversión a etanol y balanceado, principalmente. Por lo tanto, se prevé un excedente exportable cercano a 1.000.000 de toneladas.
El trigo, en cambio, tuvo un año de recuperación. Tomassone mencionó que el 50 % de lo que se produce en el país se consume a nivel local, por lo que quedarían cerca de 500.000 toneladas para la exportación.
La asesora de la cámara destacó que la exportación del conjunto de estos rubros genera un flujo de divisas importante para el país, además de la mano de obra en diversos sectores. “Esto genera una serie de repercusiones positivas en la cadena y en la economía nacional. Si no teníamos este volumen de exportaciones, probablemente tendríamos un dólar a picos muy elevados, lo que afectaría a todos los paraguayos”, manifestó.
Problemas de navegación
Entre los inconvenientes que se observaron este año, el presidente de Capeco, José Berea, se refirió a la navegación de los ríos. Señaló que la falta de profundidad obligó a que las barcazas salgan con menos cantidad de soja y demoren en volver. A consecuencia de esta situación, los embarques con la oleaginosa se extendieron hasta el mes de diciembre, cuando en un año normal culminan en septiembre.