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Más de 150.000 hectáreas de mandioca consolidan su rol en la agricultura paraguaya

Paraguay celebró ayer el Día Nacional de la Mandioca, un cultivo que simboliza la fuerza, la resiliencia de la agricultura familiar y una tradición productiva. Su capacidad de adaptación, su versatilidad productiva y su papel esencial en la economía rural la convierten en una pieza clave para la seguridad alimentaria del país.

Según el Censo Agropecuario Nacional (CAN) 2022, elaborado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el país tiene alrededor de 155.000 hectáreas cultivadas de mandioca, con un rendimiento promedio de 15 toneladas por hectárea. Los principales departamentos productores son San Pedro, Canindeyú, Caaguazú, Itapúa, Caazapá, Alto Paraná y Concepción, aunque su presencia se extiende, en menor escala, por todo el territorio nacional.

El Ing. Agr. Moisés Vega, especialista en el rubro, destacó que la mandioca es una especie anual de gran rusticidad, capaz de adaptarse a diferentes tipos de suelos y condiciones climáticas. Además de su uso en el consumo familiar y la alimentación animal, el cultivo tiene un alto potencial industrial y es la base para la producción de almidón artesanal e industrial.

Moisés Vega.

“La mandioca no solo es un alimento esencial en la mesa paraguaya, sino que también es una fuente de ingreso y desarrollo para miles de familias rurales. Esto reafirma su valor cultural, económico y social”, dijo Vega.

Desde el MAG, manifestaron que se impulsa un acompañamiento permanente a los productores mediante asistencia técnica, capacitación y transferencia de tecnologías, con el objetivo de mejorar la productividad, calidad y rentabilidad del cultivo. Afirmaron que apoyan la producción de mandioca con plantaciones manuales y mecanizadas.

La importancia de una buena semilla

El Ing. Vega resaltó que la calidad de la semilla es determinante para el éxito del cultivo. “La mejor semilla proviene de la parte basal y media de la rama. Si toda nuestra rama semilla corresponde a esta porción, bien observada, seleccionada y clasificada, logramos que al menos el 90% de las plantas se establezcan correctamente”, explicó.

Cuando no se realiza esta selección, “el productor puede llegar a plantar 10.000 estacas por hectárea, pero sólo la mitad prospera”. Por ello, recomendó elegir ramas de entre cinco y siete yemas sanas antes de la siembra.

Tratamiento y protección de estacas

El proceso de siembra inicia con la apertura del surco, manual o mecanizado, donde se coloca cada estaca tratada. Vega detalló que el tratamiento de la semilla consiste en una desinfección para protegerla del ataque de patógenos, hongos, bacterias y plagas presentes en el suelo.

“La desinfección ofrece una protección inicial que permite que la planta se desarrolle con mayor vigor, rapidez y resistencia. Esa es la principal ventaja del tratamiento de semilla”, manifestó el especialista.

Un cultivo con futuro

La mandioca continúa consolidándose como uno de los pilares de la agricultura familiar paraguaya, ya que aporta alimento, ingresos y oportunidades de desarrollo en el campo. En el Día Nacional de la Mandioca, no solo se celebra el cultivo, sino también la cultura y el esfuerzo de miles de familias rurales que mantienen viva esta tradición productiva.

Fuente: MAG

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