Por primera vez, se detectó en Córdoba la presencia del picudo negro de la vaina de soja (Rhyssomatus subtilis), una plaga que generó severas pérdidas en el NOA en las últimas dos décadas. El hallazgo se reportó al Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo) del Senasa, y fue confirmado en la zona de Montecristo, cerca de la capital provincial.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) informó que se activó de inmediato un operativo de monitoreo conjunto con técnicos del NOA (Noroeste Argentino) y Córdoba, en coordinación con empresas del sector, para contener la expansión y prevenir daños.
En cuanto a las características del insecto y los daños que pueden llegar a causar, los especialistas del INTA explicaron que las hembras colocan huevos dentro de las vainas de la soja y las larvas se alimentan de los granos, pudiendo provocar pérdidas de entre el 70 % y 100 % sin un control adecuado.
La plaga ataca en distintas fases del cultivo. En la etapa vegetativa daña brotes tiernos para alimentarse y afecta el crecimiento. Durante el llenado de granos, el daño es crítico, genera pérdidas totales y deterioro en la calidad, porque facilitan ingreso de agua y patógenos. Es difícil de manejar porque los adultos son crepusculares y nocturnos y durante el día se refugian.
Plan de acción
Los profesionales informaron que se estableció un red de monitoreo entre los centros regionales del INTA de Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba. Se realizarán muestreos sistemáticos alrededor del foco inicial para delimitar la expansión y definir estrategias de manejo. Además, trabajan en recomendaciones para productores, especialmente ante el riesgo de propagación por maquinaria agrícola.
Control y prevención
Además, detallaron que experiencia en el NOA muestra que la plaga no se erradica, pero puede manejarse con curasemillas, para proteger la implantación del cultivo, y aplicaciones foliares repetidas. Esto, debido a la emergencia escalonada del insecto tras las lluvias. Sin un control, la producción puede terminar completamente inutilizable.
“Debemos generar capacidades con todos los actores para acompañar al sector y evitar que esta plaga cause pérdidas significativas en Córdoba”, advirtió Eduardo Trumper, coordinador del Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA.
Fuente: INTA.