Científicos de Embrapa, Brasil, trabajan con la innovadora técnica de edición genética para el mejoramiento de microorganismos beneficiosos que se utilizan en la agricultura. Para esta investigación, utilizan la tecnología Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeticiones (CRISPR). Esta permite modificar con precisión los genomas, especialmente hongos filamentosos de importancia económica, con la generación de organismos no transgénicos.
Este trabajo busca que los microorganismos editados genéticamente impulsen más el control biológico de plagas y enfermedades agrícolas en Brasil. Además, se espera que contribuyan para promover el crecimiento de las plantas. Según los datos del Ministerio de Agricultura y Pecuaria (MAPA), Brasil es líder mundial en esta práctica, con más de 20.000.000 de hectáreas tratadas.
En el primer semestre de 2024 se logró el primer avance en este estudio, cuando el Programa de Investigación y Desarrollo de Bioinsumos (ProBio) de Arroz y Frijol de Embrapa desarrolló una cepa editada del hongo Trichoderma harzianum con una mayor capacidad de producir melanina. De esta forma, aumentó tres veces su protección, en comparación con la cepa de tipo salvaje, al exponer a altas dosis de irradiación en condiciones de laboratorio. Por ello, se espera que el agente de control biológico sea más estable cuando se aplique en la parte aérea de la planta, bajo exposición solar.
Desde Embrapa informaron que el microorganismo mejorado genéticamente fue utilizado para el control de enfermedades fúngicas en cultivos de soja y frijol. Destacaron que muestra potencial para ser clasificado como no transgénico.
El sistema de la innovación
El científico de Embrapa y coordinador del estudio, Marcio Cortes, explicó que la innovación está en el uso de plásmidos no integrativos. Estos son pequeñas moléculas circulares de ADN, que actúan principalmente en funciones adaptativas, ya que transportan la información genética independiente de la estructura de la célula, genoma, especialmente diseñado para ese propósito. Los vectores plásmidos transportan todo el material genético necesario para las células diana, cuyos elementos se expresan en forma transitoria, provocando cambios precisos en el genoma del microorganismo.
Cortes detalló que adaptaron la herramienta para que sea eficaz en la modificación genética de especies de hongos filamentosos no modelo. También resaltó que esto allana el camino para el mejoramiento genético de hongos de los géneros Trichoderma sp., Metarhizium sp. y Beauveria sp., más utilizados en el control biológico, lo que puede aumentar la eficacia para combatir fitopatógenos y favorecer el crecimiento de las plantas.
Los investigadores avanzaron en la producción de metabolitos secundarios, que son moléculas de interés industrial. Marcio Cortes, explicó que la misma melanina, una vez producida y purificada, puede utilizarse como protector solar en formulaciones de bioinsecticidas. Agregó que los estudios preliminares demostraron que la cepa salvaje formulada con melanina resistió a altas dosis de irradiación, unas cuatro veces más que la misma cepa no formulada.
Fuente: Embrapa
