Un análisis realizado por el Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), en el suplemento Indicce, indica que la industria nacional tiene desafíos por superar, entre los que se destaca los puntos que son causales de la crisis por la que atraviesa la agroindustria del país.
El análisis aborda la importancia de agregar valor agregado a los productos y a las exportaciones, fortalecer las instituciones para generar solidez y confianza en el sector empresarial.
En cuanto a la importancia y beneficios de la industrialización de materias primas en el país, indica que permite mejorar los valores de las divisas, desarrollar cadenas productivas internas, diversificar la economía, mejorar el perfil económico y generar más empleos de calidad, entre otros.
Además, advierte la falta de políticas de promoción industrial y de integración comercial para mejorar las condiciones de atracción de inversiones.
Situación compleja
Desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) afirman que se esperan mejores políticas a favor del sector. Manifestaron que la industria aceitera nacional no invierte hace más de una década en nuevas plantas. Este año enfrenta una situación compleja, porque a pesar de una cosecha casi récord de soja, con una 10,5 millones de toneladas, la industria aceitera cerrará el año con una capacidad ociosa de más del 40 %, con el procesamiento de solo el 25 % de la producción nacional de la oleaginosa.
La cámara viene denunciando que la industria es castigada, con los cambios de las reglas de juego, y que no se promueven medidas para mejorar la competitividad, en relación a las plantas procesadoras ubicadas en otros países.
Además, manifiestan que luego de la última reforma tributaria, la industria aceitera nacional quedó como la única que no tiene derecho a la devolución del IVA con la exportación de sus productos procesados. Califican esta medida como discriminatoria, porque no responde a criterios técnicos de tribulación internacional, ni recomendaciones internacionales en materia tributaria. Así también, representa un sobrecosto crítico, que resta competitividad y va de contramano a las iniciativas de incentivo a la industrialización nacional.
Para revertir las condiciones negativas, el gremio agroindustrial solicita un tratamiento fiscal que garantice condiciones para competir y no generar sobrecostos al sector industrial del país, en comparación a plantas del extrangero. Asimismo, a adoptar las medidas que promuevan la importación de materia prima para el procesamiento local bajo un régimen flexible.