El cultivo de soja es, si no el más importante, uno de los principales motores de la economía de Paraguay. Para tener una idea de lo que representa, solo basta con mirar la dinámica que se genera con cada inicio de zafra. El 5 de septiembre, la Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales del Paraguay (APS) realizó su evento de apertura de siembra 2024-2025, donde se subrayaron algunos números de esta actividad.
Empresas que proveen biotecnologías, tecnologías en maquinarias, bancos que financian la siembra, técnicos, el agricultor con su trabajo y empeño. Estos son solo algunos integrantes de la cadena productiva que comienza a moverse en septiembre.
Karsten Friedrichsen, vicepresidente de la APS, explicó a nuestro medio que, al arrancar la campaña, la capacidad instalada de siembra en Paraguay es de 10.000 campos de fútbol por hora. “Creo que es un dato interesante, del que probablemente el productor no esté consciente”.
Consultado sobre el costo de producción actual, aclaró que existen situaciones bien específicas. Es decir, no es lo mismo para todos los productores. No obstante, mencionó que el promedio es de USD 600 por hectárea, que incluye semillas, fertilizante, combustible, mano de obra y otros insumos. Es decir, en este precio no se considera el arrendamiento de tierras.
Además, agregó, que, en una época normal, el costo de producción mencionado representa alrededor de 2.000 kilos de soja por hectárea. “Para el productor que alquila tierras, el punto de equilibrio es más elevado”.
“Paraguay necesita una zafra plena”
El directivo de la APS también recordó que todavía existen compromisos de campañas anteriores. En ese sentido, recordó que el quiebre de la zafra 2021-2022 fue un golpe muy duro para el agricultor, ya que se presentó una situación inédita en los 40 años del cultivo. Además, el año pasado varias zonas productivas del país fueron nuevamente afectadas por eventos climáticos desfavorables. Por lo tanto, muchos productores se encuentran con las cuentas apretadas, aseguró.
“Paraguay necesita una zafra plena para poder equilibrar las cuentas y tranquilizar también a nuestros proveedores, para que la cadena productiva no se rompa y se mantenga esa estructura financiera que nos da sostén”, concluyó.