Ante la alta probabilidad de que se de un evento La Niña en los próximos meses, desde la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) brindaron una serie de recomendaciones para el sector agropecuario.
De acuerdo con los pronósticos globales, la probabilidad de que se desarrolle un evento La Niña durante los próximos meses es del 70 %. Esto es lo que adelantaron desde la UGR del MAG. Recordaron los efectos de este fenómeno climático, que genera un déficit de lluvias en primavera y verano, además de impulsar que el posterior invierno sea más riguroso.
Este panorama exige ciertos recaudos que ayuden a mitigar los posibles impactos. Por ello, dieron una serie de prácticas que el productor puede establecer. En primer lugar, recomiendan respetar las fechas de siembra, emplear variedades adecuadas para la implantación temprana y utilizar los materiales indicados para cada zona productiva.
Además, piden que se establezca un cultivo distributivo: 30 % – 40 % -30 % y poner en práctica la siembra directa en el mayor porcentaje que se pueda. Es decir, en lo posible evitar mover el suelo. En caso de arar la parcela, recomiendan el acompañamiento de un técnico, para ver el periodo en el que se considere necesario realizar.
Por otra parte, señalaron que se debe aprovechar las condiciones óptimas del tiempo para el manejo del cultivo. Es decir, para realizar los trabajos de fertilización, aplicación de defensivos, entre otros.
Con respecto a la ganadería, recomiendan mover los animales a zonas más aptas, con agua permanente; y de ser necesario, comercializar los que estén en riesgo. También piden almacenar agua en los reservorios para aprovecharla en tiempos de sequía.
Efecto del cultivo precedente
Igualmente, desde la UGR del MAG mencionan que es importante analizar el efecto del cultivo precedente en la rotación y determinar cuáles fueron las mejores rotaciones en la región. De esta forma, se puede reducir los daños de la sequía al sembrar un rubro menos exigente con respecto al agua. Por ejemplo, optar por el porto en vez de maíz.
La densidad de siembra es otro de los puntos importantes. En ese sentido, recuerdan que si es muy alta, los efectos de la sequía serán más severos.
También señalaron que el desarrollo y la introducción de variedades híbridas, que requieren menos riego, podrían reducir los costos de producción y la competencia por los recursos hídricos.
Por último, piden a los productores que estén atentos al pronóstico climático. El evento esperado implica la posibilidad de déficit hídrico en algunas etapas fenológicas críticas en rubros como la soja, el maíz, el sésamo, la caña de azúcar, el arroz y los rubros hortifrutícolas. Incluso, piden un monitoreo más frecuente en áreas del norte, noreste y gran parte del Chaco, donde se registra un déficit de precipitación acumulado de los últimos meses.
