La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) compartió la perspectiva agroclimática para el primer semestre del 2024 elaborada por el Ing. Agr. Eduardo Sierra, que a grandes rasgos, adelantó que el fenómeno climático El Niño comenzaría a disiparse en mayo de este año.
El especialista en climatología y asesor de Capeco en temas climáticos, Eduardo Sierra, señaló que desde diciembre se observan fenómenos muy violentos relacionados a El Niño. En ese sentido, mencionó que la perspectiva tuvo pocos cambios y se cumple el pronóstico que se presentó a inicios del 2023, específicamente en lo referente al comportamiento de los vientos alisios y su efecto sobre el Pacífico Ecuatorial.
Además, señaló que El Niño comenzaría a disiparse y tendría su desenlace en mayo. “Es decir, un Niño fuerte y bastante largo”, sostuvo Sierra.
Igualmente, explicó que la fuerte acción residual de La Niña ocasionó el achatamiento de las lluvias al principio del ingreso del periodo El Niño. No obstante, esta tendencia comenzó a quebrarse desde inicios de diciembre.
Perspectivas para el verano
Con respecto a las perspectivas climáticas para el verano 2024, Sierra recordó que venimos de varios años con fuertes olas de calor, y que este no sería la excepción. En ese sentido, adelantó que en enero se registrarán temperaturas muy elevadas para Alto Paraguay, Boquerón, casi todo Presidente Hayes y para el norte de la región Oriental. En cambio, el sur de la región Oriental estaría resguardada, al igual que la mayor parte de Argentina.
También anticipó una distribución de lluvias con mayores valores en el sur de la región Oriental, específicamente sobre el extremo sur de Itapúa y Misiones. En tanto, disminuiría hacia el norte. “Vemos que el noreste de la región Oriental, el norte de Presidente Hayes y Alto Paraguay tienen un gran manchón naranja, que son lluvias por debajo de los 75 milímetros, que con el calor que estamos esperando no van a alcanzar”.
Sin embargo, se prevén valores muy buenos en Boquerón, especialmente hacía las zonas limítrofes con Argentina, y no tanto para el Chaco central.
Además, señaló que se espera la recuperación de la humedad en las colonias de Boquerón para el mes de febrero. En contrapartida, bajaría el nivel hídrico en el sur de la región Oriental, aunque con un buen manejo se podrá tener un buen comportamiento de los cultivos, manifestó.
Para marzo se prevén temperaturas más moderadas y, de nuevo, lluvias muy desparejas. “El balance hídrico quedará al límite en casi todo el Paraguay. No es que faltará agua, el agua que se prevé es suficiente para un cultivo bien manejado, pero quedamos un poco justo”, expresó.