Esta mañana, la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) presentó su evaluación del año agrícola 2023. Destacaron la recuperación en las exportaciones de soja y también ofrecieron la proyección de cara a la próxima cosecha.
En primer lugar, el Ing. Agr. Hugo Pastore, director ejecutivo de Capeco, recordó que la cosecha de soja 2022-2023, sin ser una zafra récord, fue positiva y permitió al productor que empiece a recuperarse del devastador ciclo 2021-2022.
De acuerdo con los datos registrados por la cámara, durante la campaña de soja 2022-2023 fueron sembradas 3 336 689 hectáreas, mientras que el rendimiento promedio fue de 2 675 kilos por hectárea. Por lo tanto, la producción estimada es de 8 864 497 toneladas.
Con respecto a la campaña actual, la 2023-2024, la expectativa tampoco es muy alta. Es decir, es muy probable que no se llegue a la meta de todos los años, que es superar 10 millones de toneladas. En ese sentido, el Ing. Agr. Luis Cubilla, asesor agrícola de Capeco, explicó que, de momento, El Niño se caracterizó por las variaciones climáticas, por lo que algunas zonas de producción fueron favorecidas y otras afectadas de manera negativa.
No obstante, con los cálculos actuales, desde la cámara estiman un promedio nacional de 2 700 kilos por hectárea. Es decir, se proyecta entre 8,9 millones de toneladas y 9 millones de toneladas de soja para la presente campaña. Es decir, similar al ciclo anterior.
“Este es un análisis de hoy. Mañana no sabemos lo que va a pasar. El pronóstico agroclimático que tenemos puede cambiar, y puede venir una lluvia permanente, que genere una floración, un crecimiento, una formación de vaina oportuna. En cambio, una sequía de 15 a 20 días en enero, por ejemplo, cambiará la historia”, manifestó.
Los mejores pronósticos son para el norte de Alto Paraná
Además, Cubilla detalló las marcadas diferencias que se observan en los cultivos de soja, de acuerdo a la zona. Como ejemplo, mencionó que la producción se perdió casi en su totalidad en los campos bajos del sur del país como consecuencia de las inundaciones. “
Muchos arroceros no se adecuaron a las perspectivas agroclimáticas que fuimos compartiendo, y hoy prácticamente han perdido la totalidad de su producción de soja”.
Asimismo, insistió en la marcada diferencia del desarrollo del cultivo en las diferentes regiones. En ese sentido, anticipó que el norte de Alto Paraná será la zona que va a ofrecer mejores rendimientos. “Probablemente vamos a lograr más de 3 000 kilos por hectárea en esta zona, en áreas significativas. Pero, eso va a compensar las bajas que se tendrá en Misiones y el sur de Itapúa. Mientras que, en zonas como Amambay y San Pedro, todavía es una incógnita”.
