En la zona triguera de J. Eulogio Estigarribia, departamento de Caaguazú, muchas de las parcelas ya se encuentran con espigas; y en general se muestran sanas y en buenas condiciones. En conversación con nuestro medio, el Ing. Agr. Ramón López, asesor técnico de la empresa Sem-Agro, explicó el estado actual del cultivo.
Hasta el momento, los cultivos se desarrollan con normalidad, sin mayores inconvenientes, afirmó el técnico. No obstante, mencionó la presencia de Brusone en un área específica sembrada con variedades más tempraneras, que comenzaron a generar espigas antes. “No puedo decir que es un problema generalizado, ya que solo vi en una superficie nuestra”, aclaró.
Explicó que esta es una enfermedad que afecta a la espiga, y de acuerdo a la intensidad del ataque puede repercutir en el rendimiento final. Por lo general, aparece en condiciones de mucha humedad durante el momento de espigazón. “Pero, en general el cultivo está bien, sin mayores inconvenientes hasta el momento”, afirmó.
Además, el técnico comentó que los productores de esta zona acostumbran a sembrar trigo en parcelas que no se utilizaron para el cereal el año anterior. Por ello, la presión de manchas es menor. “Hasta ahora los cultivos se ven sanos, sin manchas y sin roya de la hoja”.
Es importante recordar que Caaguazú tiene una de las mayores superficies trigueras del país. Según datos del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), durante la campaña 2022 en este departamento se destinaron 58.937 hectáreas a la siembra de este cereal, y fue tercero con mayor área para este cultivo, por detrás de Itapúa y Alto Paraná.
Preocupación por El Niño
Por otra parte, explicó que la cosecha en la zona se inicia desde mediados de septiembre. En ese sentido, señaló que los pronósticos que adelantan muchas lluvias por la incidencia del fenómeno climático El Niño es un factor que preocupa. “Ojalá que no perjudique en el momento de cosecha. Ahora los cultivos están bien, muchos espigados y otros próximos a espigar”, reiteró.
En esta región productiva se apunta 3.000 kilos por hectárea, como promedio. “Por aquí hay áreas en las que se llega a 4.000 kilos por hectáreas, o incluso más. Pero, 3.000 kilos ya sería un buen promedio”, expresó.
Recomendaciones
El profesional recomendó un monitoreo constante de las parcelas para realizar las aplicaciones que requiera en caso de detectar roya de la hoja o manchas. Además, indicó el control de Gibberella y Brusone en la etapa de espigazón. “Hacer una aplicación de fungicida en ese momento es muy importante”, manifestó.