Desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) explicaron que el gran volumen de exportación de soja en estado natural es por la baja rentabilidad de la industrialización.
Sandra Noguera, gerente general de la Cappro, señaló que, en muchos casos, las industrias se ven obligadas a exportar granos para compensar y mitigar las pérdidas que se originan en los márgenes de la molienda.
Además, se refirió a factores logísticos y de rebalse en la capacidad de almacenamiento durante los meses de mucho tránsito de camiones por presión de la cosecha; situación que se observa, por lo general, durante el primer semestre del año.
Aclaró que el principal rubro de las industrias aceiteras es la molienda de oleaginosas. No obstante, mencionó que en los últimos años también exportaron granos por el deterioro de las condiciones de competitividad.
Por otra parte, manifestó que existe una competencia desigual entre las empresas netamente exportadoras de oleaginosas y cereales en estado natural y las agroindustrias. “Las agroindustrias realizaron las inversiones industriales más importantes de la historia económica de nuestro país, tiene fábricas, personal, costos fijos y variables, y gastos significativamente superiores que cubrir, que no tiene las exportadoras. Obviamente, restan competitividad a la hora de salir a comprar los granos para procesar”, expresó la gerente general de la Cappro.
Política industrial
Igualmente, Sandra Noguera señaló la falta de una política industrial y que las asimetrías detalladas, en muchas ocasiones, hace que sea más competitivo enviar granos en estado natural que procesar en las fábricas.
Mencionó, además, que las aceiteras son las únicas industrias que no tienen derecho a recuperar el IVA generado por la compra de su materia prima cuando exportan productos industrializados. Esta situación se da desde la promulgación de la Ley N° 6380/19, por lo que tienen un costo tributario adicional que no existía en el momento que las empresas realizaron sus inversiones.
Por último, señaló que la realidad de las industrias aceiteras, en la cual también exportan granos en estado natural y no utilizan la capacidad instalada que poseen, deber alertar a las autoridades de las grandes deficiencias del modelo actual. “Están limitando el desarrollo de la agroindustria, sector que estamos convencidos de que tiene un papel preponderante si deseamos realmente apuntar al desarrollo sostenible de nuestro país”, sostuvo.