Un sistema que comenzó a ganar espacio entre los productores de granos es la agricultura regenerativa, que plantea la disminución del uso de defensivos químicos y promueve alternativas biológicas para el manejo del cultivo.
Cleandro Rossetti es un productor de San Alberto, Alto Paraná, que comenzó a implementar la agricultura regenerativa desde hace unos años. En conversación con Diario Campo, el también directivo de la firma CR Agro Group explicó que este sistema le genera muy buenos resultados, ya que redujo el uso de agroquímicos; por ende, disminuyó el costo de producción. Igualmente, mejoró el suelo en sus parcelas y logra una planta más saludable, aseguró.
“Es una herramienta más que viene a sumar. Hacemos monitoreo y un manejo integrado de plagas y enfermedades. En caso de ser necesario, hacemos las evaluaciones y entramos con productos químicos. Pero, únicamente en última instancia usamos la herramienta química”, explicó.
Rossetti mencionó que va por su cuarto año con la implementación de la agricultura regenerativa al 100 % en su área productiva. No obstante, desde el 2015 realiza un manejo diferenciado, dijo. “Fui cambiando y experimentando en mi campo, hasta llegar a un manejo, que si bien no es perfecto, estamos mejorando cada vez más, aumentando el rendimiento, y bajando el costo. En ese manejo es primordial bajar el costo de producción, y así incrementar la rentabilidad del sistema”.
Rendimientos
Si bien el rendimiento que logró durante la zafra 2021-2022 no es un parámetro, ya que la larga sequía fue letal e hizo imposible lograr buenos números con el cultivo de soja, Rossetti señaló que su costo de producción fue muy inferior. “Conseguí solventar el costo de producción de la campaña de soja, que fue un desastre. En nuestra región tuvimos 65 días sin lluvias. No hay planta que aguante eso”, manifestó.
Para esta zafra el panorama es diferente, más allá de los 34 días de sequía que se registraron en algunas zonas del norte de Alto Paraná. Igualmente, estima un promedio general de 3.500 a 4.000 kilos de soja por hectárea. “Pero tengo chacras con suelo más fértil, donde tuvimos algunas lluvias más, donde hay soja con más de 4.000 kilos por hectárea”, aseguró.
No obstante, aclaró que esta es la realidad en su campo de producción, ya que más hacia el norte, en zonas del departamento de Canindeyú, muchas parcelas no recibieron lluvias por casi 60 días. “Hay propiedades que ya colapsaron por la falta de lluvias. Solo las chacras con buena cobertura podrán dar algún resultado”, señaló.
