La multinacional BASF aprovechó la edición 2022 de la Agrodinámica para compartir informaciones sobre la importación de insecticidas en Paraguay. En este aspecto, se destaca la disminución de productos utilizados para el control de orugas.
Rodolfo Viana, consultor de marketing de BASF para Paraguay y Bolivia, habló sobre la situación de las principales plagas que atacan al cultivo de soja en el país en la actualidad. Igualmente, presentó un panorama sobre la evolución de importaciones de insecticidas en el mercado paraguayo.
“No vemos una diferencia muy abrupta en la importación, se mantiene muy estable. Varía entre USD 125 millones y USD 130 millones”, mencionó con respecto al mercado de insecticidas en Paraguay.
En contrapartida, sí se observa un cambio en el comportamiento en el tipo de insecticidas que ingresa al mercado. En ese sentido, recordó que hasta el 2020 predominaba la importación de productos para el control de orugas. Es decir, insecticidas para el manejo de plagas masticadoras.
Desde el 2021 comenzaron a ganar en importación los insecticidas para el control de plagas chupadoras, como chinches, cigarrita o mosca blanca. Esto muestra un panorama del comportamiento del mercado, y responde, en gran medida, al ingreso de las nuevas biotecnologías en los cultivos extensivos en Paraguay, tanto en soja como en maíz. “Por eso baja un poco la importación de insecticidas para el control de orugas, y aumenta el ingreso de productos para el control de chupadores”, explicó.
Nuevas tecnologías
La compañía participa en la edición 2022 de la Agrodinámica, donde presenta las nuevas tecnologías que están a disposición para los principales cultivos que se desarrollan en el país. BASF se caracteriza por la innovación, destacó Viana. Por ello, invierte alrededor de 900 millones de euros cada año en investigación y desarrollo a nivel mundial. Esto representa cerca del 11 % de las ventas totales en el negocio. “BASF tiene más de 20 estaciones experimentales en Latinoamérica”, agregó.