Unas 866.000 hectáreas del cultivo de soja, el 23 % del total de la superficie destinada a este rubro, estarían en manos de pequeños productores. Esta fue una de las cifras más resaltadas durante el lanzamiento oficial de la siembra de la oleaginosa, el viernes pasado.
Para muchos pequeños productores, la soja es hoy día la principal alternativa de renta y una motivación para continuar con sus actividades agrícolas.
Carlos Alberto Brítez, presidente de la Cooperativa Carolina Ltda., señaló a Diario Campo que desde la entidad impulsan el cultivo de soja como una alternativa de renta para los pequeños agricultores asociados a esta organización. Además, la oleaginosa les permite mejorar la calidad de sus suelos. “En la misma cooperativa está disminuyendo la cantidad de pequeños agricultores, ya que por la degradación de sus terrenos ya no les sale más su producción. No es que no tengan donde plantar”, expresó.
Para esta campaña, y a pesar de los agujeros que dejó la zafra anterior, los socios de la cooperativa proyectan sembrar 100 hectáreas de soja. “Aquí se incluyen productores que tienen desde dos hectáreas, y como máximo 10 hectáreas. Empezamos con 30 productores”, contó.
Con respecto al costo de producción, Brítez mencionó que la cooperativo planifica desembolsar G. 600.000.000 para esta zafra; es decir, G. 6.000.000 por hectárea. “Como nosotros no contamos con maquinarias, buscamos a proveedores de esos servicios. Por ello, el costo de producción es incluso mayor para nuestros pequeños productores”, aclaró.
Por otra parte, mencionó que la producción será íntegramente entregada a la Cooperativa Friesland. “Es como una institución madre para nosotros”, expresó.
El presidente de la Cooperativa Carolina destacó el beneficio que les genera el cultivo de soja. Al respecto, señaló una que buena zafra garantiza la mejoría en las condiciones de rentabilidad para los productores, que es lo primordial. En caso contrario, lo positivo es la recuperación del suelo, para que después se puedan desarrollar otros rubros.
Entre los socios de la Cooperativa Carolina también se encuentran productores de sésamo. En ese sentido, Brítez comentó que este año tienen previsto incrementar la superficie destinada a este rubro. “Tenemos entre 70 y 80 hectáreas en las que se van a cultivar sésamo”, sostuvo.
Obstáculos al desarrollo de los pequeños productores
En otro momento de la conversación, Carlos Alberto Brítez mencionó algunos factores que estacan el crecimiento de los pequeños productores. Señaló que la falta de la titulación de los terrenos es uno de los principales inconvenientes, ya que es un requisito para acceder a herramientas de financiación. “Nosotros, desde la cooperativa, damos solución a ese inconveniente. Pero, si los productores pretenden acceder a otras entidades de financiación, como las públicas, necesitan una serie de requisitos”, explicó.
El presidente de la Cooperativa Carolina señaló que la burocracia de las instituciones gubernamentales representa un obstáculo en la titulación de las parcelas. Como ejemplo mencionó su caso particular. “Adquirí un terreno de 1,5 hectáreas y comencé la gestión hace cinco años en el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert). Sin embargo, hasta el momento sigue trabado. Es muy difícil con la gente del Indert, hay mucha burocracia. Eso es un obstáculo tremendo al desarrollo de los pequeños productores. Hoy en día, sin título, es un riesgo muy grande”, sostuvo.