Se realizó un estudio para evaluar la presencia de agroquímicos en la cuenca hídrica del arroyo Capiíbary, que cruza los departamentos de Itapúa y Alto Paraná, zonas caracterizadas por la importante superficie con desarrollo agrícola. La investigación se realizó entre el 2010 y el 2013. Fue impulsada por la Cooperación Técnica Alemana y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) y presentada el 26 de mayo pasado, en el VII Congreso Paraguayo de Estudiantes de Ciencias Químicas, en la FCQ-UNA.
La charla estuvo a cargo del ingeniero agroambiental Eduardo Dose, quien explicó que las muestras fueron enviadas al laboratorio Sophia de Alemania. Tras el análisis de 81 pozos de agua que conectan con la cuenca y que están rodeados de cultivos de soja, los resultados indican que no existe ningún agente químico contaminante.
Expuso que los compuestos que contaminan el agua son el nitrato y el fosfato, que están presentes en los agroquímicos, como fertilizantes y defensivos agrícolas. Señaló que no fueron detectados estos compuestos en el cause hídrico. En el momento en que las muestras fueron levantadas, los pozos analizados estaban rodeados de cultivos extensivos desde hacía 25 años.
El investigador manifestó que la cuenca hídrica del Capiíbary conecta con el Acuífero Guaraní, el mayor reservorio de agua dulce de la región. La descarga del acuífero desemboca en los ríos Paraná y Paraguay, y su flujo de agua es importante para el mantenimiento del nivel de los ríos. Afirmó que la gran sequía que se tuvo hace pocos meses hizo que el nivel del agua descendiera; sin embargo, el reservorio del acuífero permitió que no se secara completamente ningún cauce.
El estudio reveló, además, que uno de los factores que impidieron la contaminación de agua fue la práctica de la siembra directa. “Gracias a esta práctica se pudieron conservar mejor los nutrientes del suelo, disminuir la porosidad, mantener la temperatura y el ambiente ideal para la protección de la cuenca subterránea”, dijo Eduardo Dose.